La potencia sin comunicación no sirve de nada

Ni el poder hace que la comunicación sea óptima “per se” ni la comunicación tiene recorrido si no hay una base potente detrás (“quién lo dice ”, “qué dice”, “cómo lo dice” y “porque lo dice”). Soy de los que cree que la comunicación y el poder deben ir cogidos de la mano, si comunicas sin poder no tienes alcance, si no comunicas o comunicas mal con poder el chasco puede ser y a menudo vemos que es catastrófico. 
Hemos vivido un ejemplo estos últimos días; una idea plausible a todas luces (más allá de estar de acuerdo o no con ella) que se desmorona por falta de planificación, estrategia  y especialmente de comunicación interna y externa. Me refiero de la “súper liga”, una iniciativa que no sé si será o no será una realidad, pero que sin duda desde el punto de vista de comunicación ha dejado mucho que desear. 

y no, no ha sido esta vez por falta de recursos, ni de apoyos de posibles socios potentes  lo que hace que se tambalée 48 horas después de su naciomiento el proyecto que iba o va a cambiar la historia del fútbol. Más allá  de si la idea es buena, mala, mejor o peor para unos o otros y todos los argumentos y juicios de valor que podamos esgrimir sobre la idea que se  propone (eso lo dejo para las tertulias periodisticodeportivas y conversaciones de bar, que buena falta nos hacían), lo que pretendo es escribir sobre el “cómo se ha hecho” y el “cómo lo habría hecho yo”. Allá voy; 


 Cómo se ha hecho; 

Después de un partido insulso del Real Madrid en el campo de los hombres de Bordalás con empate a 0 final, aparece un comunicado en el que se informa de la creación de una nueva liga, una súper liga, en la que participarán de forma perenne sus 12 fundadores; 6 clubes ingleses, 3 españoles, 3 italianos. Esta propuesta está pactada entre fundadores y exluye los organismos oficiales del mundo del fútbol, FIFA y UEFA. Parece, además, que “la cosa apremia” y se habla de empezar en agosto del 2021!. 
De entrada el efecto sorpresa explota, sobre la “súper liga” se había dicho escrito y especulado mucho hasta la fecha, sin demasiada evidencia de su existencia, solo el ex presidente del Barça Bartomeu había comunicado en su despedida que el club se había adscrito a “un nuevo formato del liga con los clubes más importantes del continente europeo” a condición de que sus socios lo ratificaran. No nos engañemos, que el primer valedor de un acuerdo de este tipo sea un ángel caído y denostado por su propio socio después de una moción de censura, no es el mejor inicio hacia la puesta en práctica de una idea revolucionaria.
Empezamos entonces el camino hacia la aparición de la “súper liga” con un camino lleno de incógnitas; el formato, quienes sí, quienes no, pros, contras, quién gana, porqué gana, cómo gana, que si es como el modelo NBA, que dónde quedan las canteras, dónde queda el papel del aficionado, de qué organigrama estamos hablando y un etcétera casi inacabable. Eso sí, tenemos claro quien manda, quien representa el poder, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, es quien oficializa el comunicado, es quien comunica que va a ser el presidente de la “súper liga”. Debates, dudas, tertulianos indignados, sectores a favor, sectores en contra, cuando las cosas importantes se comunican mal quien primero sale ganando siempre son los que lo hacen bien; aprovechar lagunas informativas para debatir es y será siempre un plato de buen ofrecer por parte de las cocinas mediáticas que, en a penas 24 horas, colocan el debate en el “trending topic” de toda Europa. Durante más de 24 horas tenemos opiniones tertulias, posicionamientos, emociones, argumentos…  Y ¿Cómo actúan las partes? Silencio inquietante de los socios que han dado el sí y se han comprometido según ese comunicado a la “súper liga”  y la parte contraria, los que no han sido incluidos y los que actualmente representan los altos estamentos del fútbol europeo y mundial, FIFA y UEFA lanzando amenazas y prometiendo las 7 plagas a este desafío sin precedentes que tienen encima de la mesa. Se lía la marimorena, No hay debate por incomparecencia de uno de los rivales. 
El lunes a las 12 de la noche, el presidente de la “súper Liga” da una entrevista en un programa “afín” de una cadena privada española donde explica los motivos de la creación de dicha “súper liga” y, aprovechando que el famoso Pisuerga pasa por Valladolid, también habla del futuro de su club, de las renovaciones y nuevos fichajes. Es decir el máximo exponente del cambio más radical jamás planteado en el deporte rey Europeo, acaba hablando también de su libro. Inquietante. A todo esto los socios del pacto callados. 
En las siguientes 48 horas empieza la revuelta, ya no solo de los detractores de la idea afectados directamente por su posible consecución, los aficionados de los 6 clubes ingleses que forman parte del pacto se empiezan a manifestar radicalmente en contra de la idea de una “súper liga”; sus clubes todavía no se han pronunciado oficialmente y la información que han ido recibiendo es que, con este pacto, con este nuevo proyecto, ellos ya no son el centro (discutible es si estos últimos 20 años lo vienen siendo), que el dinero de los derechos televisivos y el “nuevo” modelo de negocio está por delante de ellos. Este momento es una pieza clave para entender el desarrollo de esta historia: ningún club de fútbol puede vivir sin sus aficionados, aporten económicamente más o menos, porque perder el sentido de pertenencia en un mundo tan emocional como el deportivo es perderlo todo. Para convencer a los aficionados de las maldades de la “súper liga” los detractores no encuentran oposición alguna, ningún socio del nuevo acuerdo sale a explicar o a debatir o a defender o a argumentar nada para paliar la críticia feroz de los detractores que, obviamente, se frotan ya las manos al ver que un acuerdo de entidades tan potentes va a caer como un castillo de naipes, hecho que sin duda les empoderará. 
Y ya es miércoles y 72 horas después del gran anuncio los clubes ingleses se retractan, dan un paso atrás y dicen ahora que ellos a esto de la “súper liga” no juegan! 6 de las 12 cartas que aguantan el castillo se caen. Esta vez la “súper liga” emite un nuevo comunicado explicando que “continuamos los que estamos” pero que “tenemos que replantearnos todo” y que “nos damos un año”. 
Poder, por doquier, estrategia de comunicación, en mi opinión, muy mejorable. Y así ha salido. 
Incomprensiblemente no entiendo que no se haya seguido un plan básico para comunicar, poner en marcha y defender una idea tan revolucionaria. Sin el uso de anglicismos (que lo mío me ha costado) yo hubiera propuesto el siguiente plan:

 
1. reunión previa de los socios en la que de debe decidir el plan de trabajo con basado en los siguientes   ejes: 


A) Trabajo sobre un mensaje unitario: “Qué vamos a decir”  
B) Explicación clara y concisa del funcionamiento “Cómo va a funcionar”  
C) Cuáles son los motivos que han llevado a tomar esta decisión “Porqué lo hacemos”
D) Calendario, cuándo y cómo van a pasar las cosas.  “Cuándo va a pasar cada punto” 
E) puntos a favor para los clubes que lo conforman, para los aficionados y para todos los afectados de este pacto “Qué ganamos todos” 
F) análisis de los puntos en contra; qué argumentos se van a utilizar para atacar la idea y con qué argumentos se debe responder. “Qué me dirán mis detractores y cómo debo responderles” 
G) Organigrama directivo, y nombramiento de un representante de cada país para que comunique la idea de forma clara concisa y unitaria incluyendo entrevistas en todos los programas deportivos de máxima audiencia para defender la idea: No es necesario que sean los presidentes, que los directores de comunicación tomen el timón de la comunicación y de quiénes son las personas ideales para comunicar. (que para eso les deben pagar) “Quién nos representa ante la opinión pública”
H) presentación: decidir una capital europea donde crear un evento, invitando a toda la prensa, donde todos los socios aparecen, donde el presidente toma la palabra t donde cada uno de los socios tiene su cuota de participación demostrando unidad y harmonía. En este evento se explica y se resuelven todas las preguntas que se realicen y se puedan contestar (sin limites y sin pantallas con discursos pre grabados). 

No me parece una tarea imposible ni costosa, ser estratega en la comunicación es clave de siempre, pero ahora, en los momentos que vivimos no es que sea clave, es que es imprescindible. De hecho me parece muy naïf por mi parte pensar que directivos y responsables mejor preparados y con más experiencia sin duda que el que escribe estas líneas no repararan en preparar a conciencia algo tan importante y que a nadie se le escapaba que iba a poner el mundo del departe rey patas arriba… Pero ahí están los hechos. 


Termino aprovechando un mensaje de Pirelli que hizo fortuna y que creo que reinterpretándolo consigo describir la situación que por el momento se ha vivido: 

 
“La potencia sin comunicación no sirve de nada” 

 

PM.

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